jueves, 26 de mayo de 2016

Mazamorras para festejar el cumple de la patria

Pasteles calentitos 
hoy no podían faltar 
pa' los mozos y mocitas 
¡que han venido a festejar!

¡Mazamorra dorada …!
para la niña mimada. 
¡Mazamorra caliente…!
para la abuela sin diente.

Durante la Semana de Mayo festejamos el cumpleaños de la patria. ¿Pero qué es la Patria? La Patria es una especie de familia grande donde todos somos importantes, cada uno desde el lugar que ocupa: mamá, papá, hijos hacemos la patria con los pequeños actos de cada día.
Festejar el 25 de mayo nos recuerda que somos argentinos porque compartimos muchas tradiciones y costumbres. ¿Qué tal si hoy recordamos un postre tradicional, especial para estos días más fríos de mayo? Te proponemos hacer mazamorra. Un postre sencillo y muy tradicional, que lleva como ingrediente secreto el tiempo compartido en familia.

Necesitamos (para unas 4 porciones):

*  250 gs de maíz molido blanco (o “pisado”)
* 1L de agua para el remojo
1L de agua para la cocción
* 1/2 L  de leche
4 cucharadas (de las de sopa) de azúcar (o 3 de azúcar y 1 de miel)
Canela (en rama o molida) para saborizar

Hacemos:
1- Dejar el maíz en remojo durante 12 horas (toda la noche).
2- Escurrir el maíz del remojo y pasarlo a una olla (que resista bien el fuego) con el otro litro de agua.
3- Cocinar a fuego bajo hasta que el maíz esté tierno o desarmado (1 hora desde que empieza a hervir, aproximadamente).
4- Calentar la leche con la rama de canela y disolver el azúcar. Añadir al maíz y cocinar por unos 45 min. más, siempre a fuego bajo.
5- ¡Disfrutamos en familia!

Para leer más pregones de mayo se puede visitar la página del Ministerio de Educación de la Nación aquí.



viernes, 20 de mayo de 2016

Cuando estoy enfadado

Beatriz Montero es una cuentacuentos española que nos invita a pensar acerca de qué hacemos cuando nos enojamos: ¿corremos?; ¿saltamos?; ¿o le contamos a alguien que nos quiere mucho?


Un conejo de sweter verde nos cuenta qué hace cuando se enfada y qué hace para dejar atrás el enojo. Porque él sabe que lo malo no es estar enojado: lo malo es dejar que nuestra furia le haga daño a otro. 




Hablar de lo que nos enoja nos permite dominar el enojo y así no dejamos que las emociones del enfado nos dominen a nosotros.  ¿Qué hacemos en nuestra familia cuando estamos enojados? ¿Nos abrazamos?, ¿bailamos?, ¿nos damos besos tan fuertes como el enojo mismo?

Cuando estoy enfadado
Tracey Moroney
Editorial en español: SM (España) www.es.literaturasm.com


Si querés leer el cuento completo podés acceder al siguiente enlace: http://es.calameo.com/read/001908133a1aee0e13360


miércoles, 11 de mayo de 2016

No es metáfora, ¡es ciencia!: Contagiemos emociones que hacen bien

Seguramente, y a estas alturas más de una vez, escuchaste decir “me contagiaste el bostezo” o “si vos lloras, me vas a hacer llorar a mí también”.  Lo que sabemos ahora, además, es que no solo esas reacciones físicas (al cansancio o llorar por felicidad, por ejemplo) se contagian, sino que también las emociones son contagiosas. Y lo mejor de todo es que podemos elegir qué emociones contagiar.
Hace algunos años, un biólogo dedicado al estudio del cerebro, descubrió que ante la vista de determinadas acciones nuestro cerebro reaccionaba, químicamente, de la misma manera que si estuviésemos haciendo lo mismo que vemos hacer. Es decir, imitamos mentalmente los movimiento del otro. Y esa capacidad es la que nos permite ser empáticos, o lo que es lo mismo, ponernos en el lugar del otro.
Ahora, si usamos esa capacidad de empatizar con el otro –sentir lo mismo que él- al revés podemos cambiar el estado de ánimo de quienes nos rodean: si sonreímos, contagiamos esperanza; si reímos, contagiamos alegría; si disfrutamos lo que hacemos, contagiamos ganas de seguir intentándolo. Y así una lista interminable de buenas cosas que contagiar.

Ahora que sabemos que las emociones se contagian pensemos contagiar amor y buenas emociones en nuestra familia:

Los besos nos recuerdan cuánto nos queremos y lo importante que somos los unos para los otros.
* La risa fácil nos recuerda todo lo felices somos en familia.
Apoyarnos entre los miembros de la familia hace más fácil lo difícil.
* Enfrentar los problemas con serenidad nos permite tomar decisiones más acertadas.
* Una comida especial o un cuento juntos nos hace felices porque nos llena de calor de hogar.
* La risa es contagiosa y nos predispone a que nos pasen cosas buenas. ¡Reír y reírnos en familia es saludable y amoroso!
* Aceptar las dificultades y enfrentarlas con sentido de humor nos pone más cerca de la solución.
* Ponerse en el lugar del otro nos vuelve más humanos y nos acerca a un mundo de paz y prosperidad.
* Nos hace bien saber que nos quieren y que reconocen nuestros esfuerzos y talentos.
* Las palabras dulces nos agrandan el corazón y llenan nuestra vida de buenos sentimientos.
* El plan más simple puede ser un recuerdo maravilloso si lo convertimos en un momento especial de juego y risas

El 15 de mayo es el día internacional de la familia. Elijamos contagiar bien. Elijamos contagiar emociones que hacen bien. ¡Contagiemos emociones que hacen bien!





lunes, 9 de mayo de 2016

15 DE MAYO: DIA DE LA FAMILIA - ¡VIVA TU FAMILIA!



Que cada día podamos llenar nuestro hogar de alegría, tranquilidad, felicidad, humor, optimismo, solidaridad, satisfacción, cariño, confianza, amor , diversión... #ContagiemosEmocionesQueHacenBien

viernes, 6 de mayo de 2016

Sandra Suarez, Lic. en Psicología y Voluntaria del Taller de Padres en el Jardín Un Lugar Soñado, nos comparte su opinión



En las familias en las que los sentimientos se expresan y examinan abiertamente, los niños desarrollan el vocabulario para pensar en sus emociones y comunicarlas. En las familias en las que se suprimen los sentimientos y se evita la comunicación emocional, es más probable que los niños sean emocionalmente mudos. Aunque la psicoterapia ha demostrado que la gente puede aprender el “lenguaje” de las emociones a cualquier edad, como ocurre con los otros lenguajes, los que hablan con más claridad son los que aprenden mientras son jóvenes. (Shapiro, Lawrence, La inteligencia emocional de los niños).

Sandra nos comenta que "En los talleres se aprende a compartir más tiempo en familia, dedicar más tiempo y decir palabras mágicas; a prestarle atención y explicarle las cosas en vez de gritarle"

¡Gracias por compartir tu opinión!

miércoles, 4 de mayo de 2016

Florencia Colombo, voluntaria del taller de padres en el Jardín San Martin, nos comparte su opinión


"Un buen clima emocional en el hogar favorece el crecimiento sano de los niños y se manifiesta en situaciones de la vida cotidiana, como permitir la expresión de las emociones y opiniones en el seno familiar, a través de la escucha, el dialogo, los juegos. También un buen clima se favorece por la fuerza de los vínculos entre sus miembros, basados en el apoyo y la comprensión, y por la posibilidad de expresar el conflicto adecuadamente y dialogar para resolverlo. 
Estudios científicos demuestran que los vínculos parentales cálidos y la expresividad emocional en la familia, entre otras condiciones, permiten que el niño desarrolle una alta inteligencia emocional, presentando una mayor claridad para conocer y regular sus emociones, un estilo de afrontamiento de los problemas más adaptativo y un mejor rendimiento escolar." 

Además, nos comparte su experiencia con uno de los papás que asistieron al taller: El resaltó "Para mejorar el Clima Emocional en su casa me propongo: Escuchar más a mi hijo, jugar con él, conversar, aconsejarlo, decirle que lo que haga lo disfrute al máximo. Participar de este taller me ayudó para darme cuenta de cosas que uno hace muchas veces sin pensar (gritar – discutir) y no se da cuenta que son malas para el niño, que él las percibe y después repercuten en su personalidad. Me gustó muchísimo la charla, con mi mujer nos sirvió para nutrirnos de algunos conceptos, y ver cosas que hacemos y no nos damos cuenta que repercuten en nuestro hijo, y sobretodo para fortalecer siempre la familia.

lunes, 2 de mayo de 2016

Adivina cuanto te quiero

Hoy los invitamos a escuchar un cuento sobre cómo decir cuánto nos queremos ¿Alcanzan las palabras y los movimientos para expresar la intensidad de nuestro amor?
¿Cómo hacemos para medir el amor que sentimos? La libre color de avellana pequeña y la liebre color de avellana grande buscan la manera de poner en palabras cuánto, cuánto, cuánto se quieren la una a la otra.

¡Pero qué difícil es, a veces, encontrar la medida exacta! Adivina cuánto te quiero es un cuento acerca de cómo decir cuánto nos queremos.



Las liebres nos invitan a expresar nuestras emociones. ¿Cómo decimos cuánto queremos en nuestra familia? Te quiero hasta el cielo ida y vuelta, te quiero hasta el otro lado de la luna…

Adivina cuánto te quiero
Sam McBratney.
Ilustraciones: Anita Jeram.
Editorial en español: Kókinos  www.editorialkokinos.com
Música: Lester Barnes