miércoles, 24 de agosto de 2016

Tiempo de amigos y de estar solo

Coco es un cocodrilo al que le gusta hamacarse de noche, sin que lo vea nadie y porque le da un poco de miedo la gente. Hasta que conoce a Paula ... o, a decir verdad, Paula lo conoció a él. Se hicieron tan amigos que Coco a veces ni tenía que hablar porque Paula le leía el pensamiento.

A Coco le gustaba estar con Paula y también con los amigos de Paula. Pero también, de vez en vez, volvía a la soledad de la noche. Porque Coco descubrió que se puede tener amigos  y a veces, también, disfrutar de la soledad.

Todos a veces necesitamos estar solos: nos encontramos con nosotros mismos, decidimos qué nos gusta y qué no, qué nos hace bien y qué nos hace mal. Y también necesitamos buenos amigos: como Paula.

A Paula no le importó que sus amigos no creyesen que las huellas eran de cocodrilo y supo encontrar a Coco más allá de las tímidas marcas en el parque. ¿Vamos a encontrarlos nosotros también?



  
¿Qué hace un cocodrilo por la noche?
Autor: Kathrin Kiss
Ilustrador: Emilio Urberuaga
Editorial: www.editorialkokinos.com





jueves, 18 de agosto de 2016

Embarked, la casa del árbol de Jimmy

¿Qué hace una casa del árbol en una ciudad? ¡Nuevos amigos!

Embarked es una historia sencilla sobre la amistad y las nuevas oportunidades. Jimmy debe mudarse del campo a la ciudad. Sin dudarlo, su casa en el árbol lo irá a buscar. Camina a través del campo, llega a la ciudad y cuando parecía que no se iban a encontrar ¡ahí está Jimmy!

En el camino aparecerán nuevos amigos. Por que así son los cambios y así es la verdadera amistad: permanece a través del tiempo, no conoce de distancias y crea nuevos amigos en el camino.



Mudarnos de casa, cambiarnos de barrio, de escuela y hasta de ciudad son oportunidades para mantener viejos amigos y agregar nuevos. ¿Hay alguien nuevo en tu escuela? ¿Llegó un vecino más a tu cuadra? Sumalo a tu grupo de amigos.

CGI 3D Animated Short HD
“Embarked”
Mikel Mugica, Adele Hawkins, Soo Kyung Kang



viernes, 12 de agosto de 2016

Orejas de mariposa… historias para sanar

¿Qué pasa si alguien tiene orejas grandes? ¡Son orejas de mariposa que pintan de colores las cosas feas! ¿Y el pelo seco, seco como un trapo viejo? ¡Es cabello que recuerda al pasto recién cortado! ¿Y unos zapatos rotos? No están rotos, ¡son zapatos viajeros!

Mara tiene una mamá que con historias y mucho amor le ayuda a poner palabras lindas a aquellas cosas de las que sus compañeros se burlan. La mamá de Mara le enseña a aceptarse a sí misma, a quererse tal y como es, aun con orejas grandes, alta y flaca y un zoquete roto (que en realidad no está roto, es solo que Mara tiene un dedo curioso...)

Mara aprende a hacerse fuerte, ya no le importa tener orejas grandes y que se lo digan. Por que son sus orejas. Con ayuda de alguien especial, la mamá en esta historia, aprendió a ser ella misma sin importar lo que le digan.

Mara aprendió a responder a sus compañeros, sin enojos, sin palabras desagradables. A prendió a que no le importe la opinión de los demás (y que no le afecte lo que los demás digan). Ahora Mara sabe que lo más importante es cómo somos y no cómo nos vemos. Mara aprendió a aceptarse y a convertir en virtudes aquellas cosas que podrían ser defectos.



Orejas de mariposa
Autora: 
Luisa Aguilar
Ilustrador:
André Neves
Ed. Kalandraka www.kalandraka.com




miércoles, 3 de agosto de 2016

Ayudar ¡te hace bien!

La Fundación ICTUS cerró con un ameno encuentro la primera etapa anual del trabajo hospitalario de la Biblioteca Ambulante “Mientras esperamos”. Participaron del cierre los voluntarios de los IFS Dante Leguizamón y Sor María Antonia y de la cátedra de Práctica solidaria de la Universidad Siglo XXI, acompañados por las docentes Patricia Zabalza (Sor María) y Mercedes Panozzo (USXXI).

Viernes frío pero con sol en la ciudad de Córdoba, frente a la plaza Alberdi. El grupo de voluntarios que dio vida a la Biblioteca Ambulante “Mientras esperamos” en esta primera etapa del 2016 va llegando. De manera animada y expectante equipo y voluntarios nos reencontramos, nos saludamos, nos reconocemos en nuestro afán del trabajo compartido.

“¿Estamos todos? ¿Empezamos? Nosotros vimos lo que ustedes hicieron; ustedes, ¿se dieron cuenta de lo que hicieron?”. Con estas preguntas, Mónica, la encargada del programa, dio por inaugurado el encuentro del cierre. Café y criollitos mediante, fotos en la pantalla, las anécdotas de los grupos se sucedieron una detrás de la otra. Los cuentos fueron la excusa para conocer nombres, historias, relatos ….   Sensibilizarnos ante el sufrimiento del otro y, sobre todo, dimensionar cuánto podemos mejorar el mundo con nuestro granito de arena. La valija de cuentos  se abrió ante los presentes como un mágico mundo que conecta, vincula, fortalece, sana, libera…

Entre los voluntarios, el equipo y los niños y papás de los hospitales que participan del programa se da, como quedó demostrado, un círculo virtuoso de enriquecimiento. No solo se trató de qué damos, sino también de cuánto nos nutrimos. El contacto con el otro nos sensibiliza, nos abre la mirada al mundo diverso de cada niño, de cada familia, como recuperó Patricia S., docente del IDF Sor María Antonia.  En ese mismo sentido, Mercedes P. (de la USXXI) habló de sismo y huella, porque “solos no podemos”, todos y cada uno de los allí presentes definidos como piezas mágicas de un rompecabezas inmenso que se arma con el aporte vital de cada uno.

IMPACTO

¿Cómo medir el impacto en el otro? ¿Solo en el otro? ¿O el trabajo con el otro nos fusiona? El cierre de la actividad estuvo a cargo de Alejandra D’Lucca quien con sus 18 años en la Fundación recuperó de manera sencilla la misión y valores que animan el trabajo de ICTUS: fortalecer la calidad de vida y los vínculos de las personas.

Pero ya se sabe que no podemos dar lo que no se tiene. Y en ese sentido, el trabajo de los voluntarios permite a la fundación nutrirse de gente nueva que ayuda en esta misión de “desparramar vitaminas”, las vitaminas del alma que nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo, nos conectan con el otro, moderan nuestras emociones. Es que solo la retroalimentación con el otro nos permite descubrir fortalezas, debilidades, aspectos a desarrollar, potenciar nuestro ser a través de la felicidad que genera una vida de compromiso. La felicidad acá se entiende como un ambiente amoroso y de contención, replicada a través de la literatura como herramienta de movilización para sacar al otro de su zona de confort.

El mundo necesita de más personas que se comprometan con el otro. El encuentro con el otro nos desafía, fortalece nuestros vínculos, desarrolla el ser  frente al tener, “sana” la salud mental. Y todas esas cosas buenas que suceden en quien asume su compromiso voluntario impacta positivamente en el otro. Son esas vitaminas de las que hablábamos que se van colando en la vida de las personas, la nutren, la mejoran, la enriquecen.

Impacto en los otros, pero antes en uno mismo. Porque ya no hay dudas acerca de que ayudar ¡nos hace bien!

Para leer sobre los programas de voluntariado de Fundación ICTUS hacé clic acá.  ¡Sumate a ayudar(te)!

¡GENTE NECESARIA!  Como vos…
Hay gente que con solo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales,
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente, que con solo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca las guirnaldas.
Que con solo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entrecasa.

Hay gente que con solo abrir la boca
llega hasta todos los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después, como si nada.

Y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria,
pues sabe, que a la vuelta de la esquina,
hay gente que es así, tan necesaria.